Coca de trampó: el sabor fresco y crujiente del verano mallorquín

Coca de Trampó

Un viaje a Mallorca en cada bocado

Imagina un calor suave, la brisa mediterránea acaricia tu piel. En Mallorca, la coca de trampó significa que ha llegado el verano, las noches a la fresca y comer con las manos cerca del mar. La historia de esta delicia comienza en las panaderías isleñas, cuando se aprovechaba la masa sobrante de pan para crear una base llana y sutilmente aceitosa, ideal para sostener el trampó, esa mezcla de tomate, pimiento y cebolla aderezados generosamente con aceite y sal.

Ingredientes principales para una coca tradicional

Empezamos con lo esencial, sin florituras:

Para la masa

  • Harina, agua y aceite de oliva (algunas recetas con manteca de cerdo o cerveza para una corteza aún más crujiente)

  • Levadura (mi madre no le pone)  y sal, una pizca de pimentón si queremos pintar la superficie

Para el trampó

  • Tomate, pimiento verde (blanco) y cebolla.

  • Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y pimentón.

Paso a paso para una experiencia crocante

  1. Preparar la masa: mezcla harina, agua, aceite (y levadura si usas); amasa poco hasta que consigas una textura suave y elástica, estira directamente sobre la bandeja.

  2. Escurrir bien el trampó, corta y aliña las verduras. Procura eliminar el exceso de líquido que podría empapar la base.

  3. Montar la coca: pincela la masa con aceite y reparte el trampó de forma generosa.

  4. Hornear: unos 180–200 °C, unos 25 a 45 min, hasta que la corteza tenga el dorado mediterráneo (guiño, guiño) y las verduras se tuesten ligeramente .

  5. Dejar reposar a temperatura ambiente para conservar la textura crujiente.

Consejos desde el cuore para una coca perfecta

  • Escurrir bien el trampó para evitar que la coca se humedezca .

  • Pintar la base antes del horneado con aceite y pimentón: realza el color y aporta aroma.

  • Jugar con la masa: mezcla de aceite y cerveza, un toque de manteca… puedes personalizar, pero manteniendo la simplicidad y el sabor auténtico.

El momento ideal para disfrutarla

La coca de trampó se saborea recién templada o fría, sola o en compañía. En los meses cálidos, se convierte en un aperitivo ideal para compartir a la fresca, en la playa y en reuniones entre amigos. Acompáñala con una copa de buen vino blanco y una tabla de quesos y anchoas.

Por qué enamora esta coca made in mallorca

  • Sensaciones crujientes: la base fina y tostada contrasta con la frescura del trampó.

  • Simplicidad y autenticidad: pocos ingredientes, máximo sabor, alma isleña .

  • Versatilidad: admite variantes como añadir anchoas, atún o calabacín, mientras mantiene su esencia .

“La coca de trampó es el mayor invento de la historia de la humanidad”

Maria Nicolau, chef mallorquina .

Hacia el horno y el corazón

Cierra los ojos y deja que la corteza crujiente se deshaga con el trampó fresco, transportándote a un atardecer junto al mar. Esa es la promesa de la coca de trampó: un pedazo de Mediterráneo en cada bocado.


 
 
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