No te asustes, sabemos lo que decimos. Sigue leyendo y lo entenderás
Al igual que las historias se alimentan de otros relatos —nuestra historia personal se nutre de vivencias, experiencias, identificaciones y oposiciones con los demás, etc.—, la creatividad se alimenta de todo lo que ya existe. Siempre tenemos la tentación de pensar que estamos copiando o, incluso, robando, pero la realidad es que no es así. Seguro que esta frase te ayuda a sentirte mejor: “Si robas a un autor, es plagio. Si robas a cien autores, es investigación”. Sólo sabremos crear e idear si antes hemos hecho un trabajo de observación. Cuanta más información recopilemos, más capacidad tendremos para crear, para inventar. El proceso es sencillo: coges una idea, a esa le sumas otra o una parte de otra y otra, como si fuera un collage, y ya tienes algo nuevo.
Empieza a copiar lo que amas. Copia, copia, copia. Cuando acabes de copiar te encontrarás a ti mismo.
Yohji Yamamoto
Inspírate todo lo que puedas
De lo contrario, nunca sabrás lo que te gusta. O, al menos, tu mente se moverá en un espectro muy limitado. A medida que te alimentes de todo aquello que te gusta, que te inspira, que te hace feliz… te resultará más fácil acudir a la despensa y surtirte de ideas cuando llegue la hora de crear tus contenidos. Las ideas estarán ahí, alojadas en tu mente, y serás capaz de mezclarlas de manera que den forma a algo único, complemente tuyo y personal. ¡Y lo harás casi sin darte cuenta! Ya lo dice Yohji Yamamoto: «Empieza a copiar lo que amas. Copia, copia, copia. Cuando acabes de copiar te encontrarás a ti mismo».
Otro artista que sabe mucho de creatividad es Austin Kleon. Ha escrito varios libros sobre ello y lo tiene muy claro. Dice cosas como ésta: «Si nos liberamos de la carga de ser completamente originales, dejaremos de intentar hacer las cosas desde cero para asumir nuestras influencias en vez de huir de ellas». Además, dice Kleon, no esperes a conocerte a ti mismo para empezar a crear. El proceso es al revés: haciendo cosas y desarrollando tu idea creativa es como descubres quién eres.
¿Quieres saber de dónde surgieron las ideas de algunos de los grandes genios de la historia? Aunque no te lo creas, no fueron tan originales como parece. Al menos, no en el germen de sus creaciones, aunque sí en el resultado final. Y ahí reside precisamente su enorme talento:
- Leonardo da Vinci. El italiano fue, posiblemente, el mayor de los genios que jamás ha existido. ¿El motivo? Fue capaz de simplificar máquinas complejas e ilustrarlas de forma que todos pudieran entenderlas. ¿Pero fue completamente original? No. Copió las ilustraciones que Di Giorgio y Taccola que, previamente, se las habían copiado a los chinos.
- Pablo Picasso. El artista mexicano Diego Ribera decía que el español era un genio, pero un hombre carente de originalidad y del que todos sus amigos artistas tenían que esconder sus obras cuando les visitaba. Steve Jobs le atribuyó incluso la frase: «los grandes artistas copian, los genios roban», pero al parecer nunca la dijo.
- Black Sabbath. El grupo precursor del heavy metal se empezó llamando Earth. Querían que la banda tuviera un aire siniestro, maligno, y escribieron la canción Black Sabbath. El título lo copiaron de una película del italiano Mario Bava protagonizada por Boris Karloff que en España se tituló Las tres caras del miedo y, en Inglaterra, Black Sabbath. Al final el grupo terminó llamándose así.
- Zara. Son constantes las quejas de artistas y diseñadores que han visto en las creaciones de la firma de ropa española demasiado parecido a sus obras.
Un buen espejo para ti son los niños
Ellos están conectados de manera natural con el aprendizaje creativo, algo que nosotros perdemos al pasar por las diferentes etapas escolares y hacernos adultos. Por eso, en Banquete de ideas 2 siempre decimos que todos somos creativos pero tenemos un problema: fuimos al colegio. Ahora más que nunca resulta necesario hacer un trabajo de regresión. Como todo en la vida, la creatividad también hay que trabajarla, sobre todo en la etapa adulta. Y para ello, probablemente, tendrás que quitarle tiempo a otras cosas.
Concéntrate en lo que te interesa
Como intuyo que estás inmerso en un proceso de aprendizaje que te ha traído, entre otras cosas, a leer este post, terminaré con otra reflexión de Kleon que probablemente te ayude: «Cuando estás aprendiendo, deberías concentrarte en lo que te interesa genuinamente, porque tu interés genuino por las cosas te llevará por un camino educativo mucho más rico e interesante que algo que hayan prescrito para ti».